martes, 3 de julio de 2012

Eternidad


Distantes, fugaces, pequeños destellos de felicidad en la inmensidad del universo son los momentos en que contemplo tu belleza. Mi consuelo es el eterno embeleso en que tu sonrisa me deja y el eco de tu voz en cada siglo de espera.  Embriagada de ti sonrío ante el recuerdo de tu caricia y del tierno abrazo que aguarda siempre a tu llegada.  De pronto, sin darme cuenta está aquí el cálido beso que calla la angustia de tu ausencia.
                                                                                                     Sonya