Tremenda contradicción me invade, gran dilema me embarga, rompe la naturaleza misma. Vislumbro el futuro y parece interminable, más cada momento parece escaparse de mis manos sin haberle contemplado lo suficiente.
Confundido tengo al universo con lo insensato de mis plegarias, añorando el final de los tiempos estos y suplicando por un minuto más para completar mis afanes.
...
Hojas miles detallan el inventario de mis quehaceres, pero mi alma ajena se siente de ellos, sin recordar en ningún momento su presencia.
Mi última súplica pues expreso !permiteme Dios, beber de la dulzura del descanso sus mejores sabores, vuelve a la noche mi complice y déjame danzar en el mundo de los sueños, para que pueda yo, mañana entonces, despertar!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario