Supe que ella estaba aquí, justo al entrar. No quise preguntártelo, no fue necesario, el cúmulo de palabras que se quedaron en tu mirada, me hacían confirmar su presencia. Necesitamos hablar, dijiste; mi rostro seguramente palideció, mi corazón recordó su existencia y aceleró su paso, Mejor mañana respondí. Alguien dijo: solo bebida falta aquí, cerveza quizá?,.. Asentiste y fue la única vez que te vi sonreír. Volviste a mí, susurraste -necesito un abrazo- y tu cuerpo calló sobre tus piernas, y como por arte de magia todos parecieron recordar sus penas y bajaron sus cabezas. No necesite más, lo supe con certeza, la melancolía hoy está aquí. Sonya
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